Hola, ¿Qué tal?
Los despertares nocturnos en los bebés y en los niños y adultos son fisiológicos, todos nos despertamos entre ciclos y entre fases de sueño, estos micro despertares forman parte de la estructura normal del sueño y gracias a ellos cambiamos de posición durante la noche, nos tapamos si tenemos frío y suelen ser tan breves que no solemos recordarlos al despertar.
¿Pero y los despertares de los bebés? ¿por qué los bebés se despiertan y nos llaman? Los bebés también tienen estos micro despertares, pero como no saben volver a dormirse solitos nos necesitan para regresar al sueño, además de que pueden tener otras necesidades que a continuación comentaremos.
Lo más común es que en los despertares de la noche necesiten de nuevo el mismo estímulo que les ayudó a quedarse dormidos inicialmente, esto es lo que llamamos asociación de sueño. Aunque también puede ocurrir que tengamos bebés con una asociación en el inicio del sueño y otra diferente para sus despertares.
¿Cuáles son las causas comunes de los despertares nocturnos en los bebés?
Como hemos comentado antes, los despertares nocturnos son naturales, ocurren por seguridad, para comprobar que las condiciones en las que nos hemos dormido no se han alterado. Para comprobar que sigo a salvo, comprobar que no tenga frío, comprobar que no tengo hambre, comprobar que sigo dónde me he dormido…
Los bebés que se duermen en un lugar y se despiertan en otro, tienen el despertar casi asegurado. Un bebé que se duerme en los amorosos brazos de papá y se despierta en la cuna ¡oh! ¡Sorpresa! ¿Qué ha pasado? Es normal que se despierte asustado y llamando a sus padres, a nosotros nos pasaría igual. Si te durmieras en el sofá y te transportaran a tu cama sin que te enteraras, en el primer micro despertar te darías un buen susto al comprobar que no estás en el mismo lugar en el que te dormiste.
Hambre, frío, incomodidad, pañal lleno…
Pero los bebés también tienen otro tipo de despertares, además de despertarse por no saber volverse a dormir solos, también tienen otros despertares que son por necesidades que ellos mismos no se pueden cubrir y tenemos que estar ahí para darles el soporte necesario.
En los microdespertares fisiológicos, un bebé puede sentir hambre y llamar a sus padres para que le alimenten, también pueden sentir frío, tener el pañal lleno o simplemente encontrarse mal por estar poniéndose malito. Cuando los bebés nos necesiten nos van a llamar, es normal y es lo que tiene que pasar.
Cambios del patrón de sueño
Otras veces el incremento de los despertares puede deberse a cambios en la vida de nuestros peques, las temidas regresiones de sueño.
Durante las regresiones de sueño el patrón de sueño cambia, les cuesta más dormir, tienen más despertares, madrugan más… pero no es que su sueño haya cambiado, lo que pasa es que están “revueltos” porque han desbloqueado un logro, han conseguido un hito del desarrollo y esto les hace querer desarrollar todo el rato esta nueva habilidad, por eso es por lo que su sueño se ve alterado, por sus ganas de comerse el mundo.
¿Cómo manejarlo? ¿Cómo evitar los despertares nocturnos?
Para que un bebé aprenda a relajarse y dormirse solito, en primer lugar, tiene que ser capaz de conciliar el sueño en la misma superficie en la que va a permanecer, al principio necesitará mucho apoyo, pero conforme vayan pasando los días cada vez lo hará mejor y podréis retiraros progresivamente para que cada vez tenga más autonomía y en sus despertares pueda reproducir la misma situación.
Pero ¿qué hay que hacer cuando el sueño de nuestros bebés cambia por una regresión de sueño? Lo primero mantener la calma, si tu hijo dormía bien, volverá a hacerlo, pero tienes que tener paciencia. Si antes sabía hacerlo lo hará de nuevo, trata de no introducir nuevos apoyos y nuevas asociaciones que le hagan depender de ti de nuevo para conciliar.
Aquí te dejo algunos consejos que tienes que te ayudarán a mejorar los despertares nocturnos:
Rutina de sueño
Mantener unas buenas rutinas y un buen ritual de sueño te hará sobre llevar mejor la situación si estáis en plena regresión de sueño. También te ayudará si lo que quieres es cambiar de hábitos y enseñar a tu bebé a que se vaya relajando cada vez de forma más autónoma. No importa si tu bebé tiene 1 año, 8 meses o 6 meses, las rutinas son importantes para todos, y todos los bebés se benefician de ellas.
Ambiente propicio para dormir
Crea un ambiente adecuado para dormir, oscuridad, temperatura adecuada, ropa cómoda y muy importante, habitación recogida antes de dormir. Si tu bebé lo último que ve antes de apagar la luz son los juguetes con los que acaba de estar jugando, le costará mucho rendirse al sueño.
Evitar la sobreestimulación
Las dos horas previas al inicio del sueño deben ser libres de pantallas, la luz azul de los dispositivos retrasa la producción de melatonina. Además, el contenido que pueden consumir en ellos puede ser sobre estimulante y sustituye a la actividad física al aire libre que tan importante es para nuestros hijos.
Crea un ambiente relajado, libre de pantallas y construye un ritual consistente para antes de dormir, esto ayudará a tu bebé a estar más tranquilo y preparado para el sueño. Cuando un bebé se acuesta sobre excitado es habitual que tenga más despertares de lo normal, a los bebés y niños les gustan las cosas predecibles, para estar tranquilos les ayuda mucho saber qué es lo que viene después, les da confianza y seguridad.
Si ya sabes todo lo que ocurre pero necesitas algo más, puedes ver las opciones que tenemos para hacer un asesoramiento de sueño para bebés.
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