¿Cuándo es el momento ideal o cómo lo hago?
Siempre surgen dudas de cuando hacer el cambio del lugar para dormir y de cómo hacerlo, además, siempre hay gente a tu alrededor que lo ha hecho de una manera y le ha funcionado y a otros de otra… ¿Cuál es «la mejor?
La mejor no existe, solo vosotros podéis decidir cual es la que mejor se adapta a vuestra situación y a vuestros hijos.
Pero si que hay cosas que tenéis que saber:
Los niños no entienden el concepto de quedarse en un ligar hasta los 2,5/3 años, por lo tanto, si tu hijo se despierta mucho por la noche, es probable que si le pasáis a una cama antes de esa edad, de paseos nocturnos, y eso puede ser «peligroso».
Además, le costará comprender porqué no puede jugar con sus juguetes que están a mano o irse a vuestra cama, si el puede hacerlo.
No se sienten atrapados en la cuna, para ellos suele ser un lugar seguro, no una cárcel, es algo que está en nuestra cabeza.
Las camas bajitas, ayudan a que no se caigan, según la filosofía Montessori, también fomentan la autonomía y que ellos se acuesten libremente. Esto funciona muy bien si tus hijos no «guerrean» a la hora de dormir o no tienen despertares. A veces, necesitan que les marquemos ciertos límites y horarios, si no los tienen establecidos.
Ya, ya todo muy bonito, pero… ¿Cómo lo hago?
Espera a que sea el momento adecuado, pero CUIDADO, el momento adecuado para el niño no suele ser el mismo que para nosotros, dadle prioridad.
No lo relacionéis con la llegada de un nuevo miembro a la casa, no se hacen mayores por esto, y además de los celos, sentirán que su cuna pasa a ser de otra persona.
No le forcéis, si no quiere el cambio, no lo hagáis, ya lo pedirá.
Si se cae de la cuna, bajad el colchón al suelo y/o ponedle un saco para dormir para que no pueda separar tanto las piernas. Si eso no funciona, una cama con barrera o cama a ras de suelo siempre es mejor opción que una brecha por saltar.
Empezad con las siestas, para que vaya acostumbrándose al mismo espacio, aunque hay niños que responden muy bien a la primera.
Si podéis, montad las dos cosas en la habitación y que elija donde prefiere dormir.
SIEMPRE SIEMPRE, podéis retroceder, si os habéis adelantado y las noches han empeorado y tras una semana no mejoran, volved a montar la cuna, no está listo para el cambio.
Gracias por leerme
A.